Relajación

En este post vamos a proponer diferentes actividades de relajación para vuestros hijos e hijas. Podréis hacerlas todas seguidas o seleccionar las más adecuadas. Además, podréis guiarlas vosotros/as mismos/as siguiendo las instrucciones que damos a continuación:

“Postura”:

Nos situaremos en una zona de la casa tranquila, con una superficie no deslizante o en una esterilla. Pediremos a nuestro hijo/a que se siente en una postura cómoda (con la espalda recta a ser posible) o tumbado boca arriba.

“El aire”:

En primer lugar, llevaremos nuestra atención a la respiración. Cogeremos y soltaremos el aire por la nariz, primero con respiraciones poco profundas para ir haciéndolas más amplias cada vez hasta alcanzar el total de nuestra capacidad respiratoria. Para facilitar esta parte, iremos indicando con nuestra voz el momento de aspirar y expirar: “Coge aire (cuenta unos segundos) y suelta el aire).

Si tuviesen alguna dificultad en coger y soltar el aire, les pediremos que coloquen sus manos sobre su pecho para notar como sube y baja. Además, podemos ayudarles empujando suavemente cuando sea el momento de expirar.

“Zona por zona”: A continuación y una vez que hemos conseguido mantener un ritmo constante de respiración, iremos indicando todas las partes del cuerpo que se van a ir relajando para que centren su atención en esa zona. Comenzaremos por los dedos de los pies y terminaremos por la cabeza. De esta forma, continuaremos guiando la práctica diciendo “notamos como nuestros_______ (dedos de los pies, por ejemplo) se relajan” etc.

Si sufriesen algún dolor en una zona puntual, podremos pedirles que nos lo indiquen previamente. Cuando lleguemos a esa zona mantendremos nuestra atención en un periodo mayor de tiempo. Por ejemplo: “Notamos la parte baja de nuestra espalda. Pensamos en qué estamos sintiendo y respiramos unas cuantas veces para permitir que los músculos se relajen”.

Por último, os adjuntamos unos vídeos que pueden servir para guiar la relajación. ¡Esperemos que os guste!