3ª Semana de Estimulación Sensorial
- con5sentidos
- 14 abr 2020
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 1 jun 2020
¡Hola familias! Esperemos que hayáis descansado estas vacaciones y que volváis preparados para seguir trabajando la estimulación sensorial. Como siempre, os recomendamos comenzar con la relajación que podéis encontrar pinchando aquí.
1ª Actividad. Sabores
Hoy os propongo un juego de alimentos para trabajar el sentido del gusto. Seleccionaremos una serie de alimentos de diferentes sabor, os proponemos los siguientes:
uno dulce, como por ejemplo, mermelada o un trozo de fruta.
Uno salado, como por ejemplo, un trozo de pan o un poco de sal.
Uno amargo, como por ejemplo unas gotas de café.
Uno ácido, como por ejemplo un limón o yogurt natural (sin azúcar).
Guiaremos a nuestros hijos/as en la práctica preguntándoles por dichos sabores y podremos darles ideas para que descubran qué están probando o qué sabor tiene: ¿A qué te recuerda este sabor?, ¿Podrías decirme algo que sepa parecido?, Entonces, ¿es dulce o salado?, ¿Te gusta?, etc.
Es importante hacerles partícipes de la práctica mediante preguntas por las que puedan dar su opinión, como por ejemplo ¿Quieres más? o la ya mencionada ¿Te gusta?
2ª Actividad. Cuenco tibetano
Aunque esta sesión está dedicada a la estimulación del sistema auditivo también va a verse estimulado el tacto a través de la vibración. Necesitaremos un cuenco tibetano el cual haremos sonar tratando de realizar diferentes intensidades (fuerte y piano-débil). En caso de no tener cuenco tibetano podremos utilizar una copa con más o menos agua dependiendo del sonido que queramos, nos mojaremos el dedo y lo pasaremos por el borde de la copa.
Pediremos a nuestro hijo/a que cierre los ojos e iremos realizando los sonidos en diferentes partes (arriba, abajo, detrás, a la izquierda y a la derecha). Le pediremos que dirija su nariz hacia donde esté el sonido.
Después, dependiendo de las capacidades, les podremos pedir a nuestros hijos que realicen ellos los sonidos. Si realizarlo con una copa o con el cuenco tibetano no es posible, les pediremos que realicen diferentes golpes con un objeto de madera y seremos nosotros los que cerraremos los ojos y los que guiemos nuestra nariz hacia la fuente del sonido.
Observaciones: Se deberán hacer varias paradas para relajar el cuello ya que pueden estar en tensión por el ejercicio. Para ello, al cabo de unos minutos les pediremos que estiren o les realizaremos un pequeño masaje.
3ª Actividad. Yoga en silla
Hoy vamos a trabajar la estimulación vestibular (equilibrio) en la silla mientras practicamos ejercicios de yoga que les ayudarán a relajar sus músculos y mejorar su control postural. Se proponemos la siguiente secuencia, aunque podréis modificarla si hay dificultad en realizar un movimiento. Además, podéis ser vosotros mismos los que ayudéis a realizar los movimientos a vuestros hijos e hijas.
Me gustaría recalcar que, en esta práctica, es muy importante controlar la respiración y ser conscientes de la misma, nos ayudará a estirar correctamente. Por ello, os invito a que realicéis antes la actividad del apartado de “Relajación” que tiene como nombre “El aire”.
En primer lugar deberemos sentarnos en una postura cómoda, tratando de mantener la espalda y el cuello formando una línea recta con nuestra espalda baja. Lleva las manos por detrás y deja caer tu cabeza hacia la derecha primero. Mantente en esa postura durante 20 segundos, sin olvidarnos de respirar. En la siguiente inhalación, pondremos la cabeza recta y en la exaltación dejaremos caer la cabeza hacia el lado izquierdo. Permitiremos que se estire durante otros 20 segundos, tras los cuales volveremos a poner la cabeza recta coincidiendo con la inhalación.
A continuación, estiraremos el brazo derecho hacia delante con la palma hacia arriba. Apoyaremos los dedos de la mano izquierda en los de la punta de los dedos de la derecha y los empujaremos hacia atrás. Mantendremos esta postura durante 20 segundos y después repetiremos la misma secuencia con el otro brazo. De esta manera, estaremos estirando tanto el brazo como la muñeca. Si no pudiesen manipular su brazo ellos/as mismos/as, podréis hacerlo vosotros.

Después, estiraremos la espalda mediante dos posturas llamadas “gato” y “vaca”. Para la postura de “gato” deberemos redondear nuestra espalda, alejando un poco la espalda del respaldo de la silla y metiendo la cabeza suavemente entre nuestros brazos. Para la postura de “vaca” realizaremos el movimiento contrario, metiendo la columna y empujando hacia el ombligo. Después de realizar los movimientos gato y vaca diez veces cada uno, pasando de gato a vaca a nuestro ritmo, volveremos a una postura relajada.
VACA GATO
Una vez hayamos descansado unos segundos en una postura relajada, con los brazos abajo, los giraremos hacia la derecha y los pasaremos por la parte exterior del muslo derecho. Tras 5 segundos volveremos al centro y realizaremos el movimiento hacia el lado izquierdo. Podemos repetir este movimiento unas cinco veces hacia cada lado.
Por último, apoyaremos la palma derecha en el obro izquierdo y la palma izquierda en el hombro derecho, como si nos estuviésemos dando un abrazo. Relaja los codos y permite que se apoyen en nuestro pecho. Mantén esta postura sintiendo como se estira la parte superior de la espalda durante 20 segundos. Después baja los brazos hacia los lados y descarga cualquier tensión que se haya podido acumular.

4ª Actividad. El cuento
Para la actividad de hoy necesitaréis el palo de lluvia (podéis ver cómo hacerlo en casa pinchando aquí). En primer lugar enseñaremos a nuestros hijos/as cómo funciona el palo de lluvia manipulándolo nosotros. Le podremos dar más o menos velocidad o realizar diferentes ritmos. A continuación, invitaremos a nuestros hijos/as a manipular el palo de lluvia.
A continuación os invito a escuchar este cuento y realizar el sonido de la lluvia con el palo de lluvia cuando sea el momento.
Cuentan que hace mucho, muchísimo tiempo, una gota de agua se cansó de estar en el mismo lugar, y quiso navegar por los aires como los pájaros, para conocer el mundo y visitar otras tierras.
Tanto fue el deseo de la gotica de agua, que un día le pidió al Sol que le ayudara: “Astro rey, ayúdame a elevarme hasta el cielo para conocer mejor el mundo”. Y así lo hizo el Sol. Calentó la gotica con sus rayos, hasta que poco a poco, se fue convirtiendo en un vapor de agua. Cuando se quedó como un gas, la gotica de agua se elevó al cielo lentamente.
Desde arriba, pudo ver el lugar donde vivía, incluso más allá, puedo ver otros rincones del mundo, otros mares y otras montañas. Anduvo un tiempo la gotica de agua allá en lo alto. Visitó lugares desconocidos, hizo amistades con los pájaros y de vez en cuando algún viento la ponía a danzar por todo el cielo azul.
Sin embargo, a los pocos días, la gotica comenzó a sentirse sola. A pesar de contar con la compañía de los pájaros, y la belleza de la tierra vista desde lo alto, nuestra amiga quiso que otras goticas de agua le acompañaran en su aventura, así que decidió bajar a buscarlas y compartir con ellas todo lo que había vivido.
“Viento, ayúdame a bajar del cielo para ir a buscar a mis amigas” Y el viento así lo hizo. Sopló y sopló un aire frío que congeló la gotica hasta volverse más pesada que el aire, tan pesada, que pronto comenzó a descender desde las alturas.
Al aterrizar en la tierra, lo hizo sobre un campo de trigo, donde había muchas goticas que recién despertaban hechas rocío mañanero. “Queridas amigas, acompáñenme hasta el cielo” gritó la gotica y todas estuvieron de acuerdo. Entonces, el Sol las elevó hasta lo alto donde se convirtieron en una hermosa nube, pero al pasar el tiempo, las goticas quisieron bajar nuevamente a contarles a otras goticas sobre lo que habían visto.
Y desde entonces, siempre que llueve, significa que cada gota de agua ha venido a buscar a su amiga para jugar y bailar en el cielo.
Fuente: https://www.chiquipedia.com/cuentos-infantiles-cortos/cuentos-con-moraleja/como-se-hizo-la-lluvia/
Si necesitaseis ayuda para adaptar alguna de las prácticas, no dudéis en escribirme a mi correo (lidia.clavero@educa.madrid.org)
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